FECHA: Marzo, 1999

MEDIO: El Socialista

Como es bien conocido, el trabajo de asistenta de hogar no está recogido como cualquier otra profesión ni amparado en el Estatuto de las Trabajadoras y Trabajadores, pues basta con conocer las condiciones de trabajo que tienen miles de mujeres en este país, donde la gran mayoría de ellas no están aseguradas y, por tanto, cuando terminan la relación laboral no pueden cobrar la prestación por desempleo, además de llegar a la edad de jubilación sin tener derecho a ella por que no han cotizado.

En cuanto a los salarios que perciben, están en una media de 50.000 pesetas con horario generalmente de 9 a 15 horas. Aquí tenemos que indicar que las mujeres asistentas de hogar se ven obligadas a realizar esta gran labor que es organizar, cocinar, limpiar, planchar y, en definitiva, tener atendido el hogar de una familia ajena para dejar la propia, atendiéndola cuándo y cómo pueden, pues son mujeres mayoritariamente que aceptan estos salarios y condiciones de trabajo por que viven en la mayor precariedad. Dentro de sus necesidades primarias no se contempla el mes de agosto en el mar ni las vacaciones navideñas en la nieve. Sobreviven precariamente cuando son madres solas o separadas; en el 99,99% los padres no se responsabilizan de las necesidades económicas ni psicológicas de estas criaturas, pero no menos sangrante es la situación de las inmigrantes que además están lejos de sus seres queridos y dedicadas las 24 horas del día a la familia contratante.

Bien, pues en Bilbao, por si lo anterior no es suficiente, un juez desestima la demanda de invalidez total a Juana Moreno, argumentando que el trabajo de asistenta de hogar no requiere gran esfuerzo físico y, por lo tanto, no procede la demanda de esta trabajadora. Desde la Plataforma Andaluza de Apoyo al Lobby Europeo de Mujeres hacemos un llamamiento para que tanto sindicatos como otros entes sociales consideren el trabajo de este colectivo tan digno como cualquier otro y con ello se sumen a erradicar el maltrato al que estamos sometidas las mujeres no solo a manos de los maridos, amantes, padres, hermanos, etc., sino también al maltrato, unas veces brutal y otras sutil, que padecemos las mujeres desde el poder patriarcal que ostenta el 48% de la población que son los hombres.

Rafaela Pastor Martínez

Presidenta Plataforma Andaluza de Apoyo al Lobby Europeo de Mujeres