FECHA:02-08-2005

MEDIO: ABC

Hace no tanto que a la ciudadanía se nos ha trasladado el concepto de compatibilizar la vida familiar y laboral. Nosotras consideramos en denominarlo compatibilización de la vida laboral y personal, dado que nuestra aspiración de ser ciudadanas de plenos derechos, independientemente de las personas con las que compartamos nuestras vidas, seamos madres, hijas o hermanas. De todas formas mencionados conceptos parece que sólo nos incumben a las mujeres, por que cuando hablamos de guarderías, excedencias laborales, contratos a tiempo parcial, centros de mayores, personas enfermas sean o no atendidas en la sanidad pública, permisos por maternidad…

La ciudadanía en general, los hombres y también algunas de las mujeres que ejercen la política, sindicalismo o empresariado, intentan arbitrar medidas (cuando lo hacen) en los apartados que defienden la igualdad de mujeres y hombres, y aquí es donde nuevamente nosotras somos las sujetas directas de atender los seres queridos y todos aquellos servicios de bienestar social de los que carece el estado, con lo cual seguimos perpetuando nuestras funciones aunque bien es verdad que con la ventaja de, `por ejemplo, solicitar excedencia y no perder el puesto de trabajo, si es que lo teníamos o ya nosotras habíamos optado por el trabajo no remunerado que supone ser dependiente económicamente de otra u otro.

Desde la Plataforma Andaluza de Apoyo al Lobby Europeo de Mujeres abogamos por la ciudadanía de las mujeres y derechos individuales de toda ciudadana y ciudadano. Las mujeres no estaremos con respecto a los hombres en igualdad de condiciones mientras perviva en la educación, tradiciones, costumbres y leyes actuaciones como la baja maternal que el padre también puede solicitarla (de momento menos tiempo que la madre), y no la solicitan ni el 2% de los padres en este país.

Poder compatibilizar la vida laboral y personal es un indicador del bienestar social de cualquier sistema, pero tendríamos que hacer el esfuerzo de incluir a toda persona independientemente de su núcleo convivencial.

Consideramos que las mujeres no dejaremos de ejercer entre otras la maternidad como nuestra única responsabilidad, máxime cuando ha sido compartida, si no aprendemos a deseducarnos y reclamamos la responsabilidad paterna y del Estado. Compatibilizar la vida laboral y personal debe posibilitar la formación continua, desarrollo profesional, tiempo de ocio y no menos tiempo para atender y ser atendidas y atendidos por nuestros seres queridos.

 

Rafaela Pastor Martínez

Presidenta de la Plataforma Andaluza de Apoyo al Lobby Europeo de Mujeres