FECHA: 09-03-2001

MEDIO: Diario Córdoba

Ha pasado un nuevo ocho de marzo, con una historia –odisea inacabada en el 2001- de casi trescientos años de feminismo, donde cientos de compañeras, entre dolor y vicisitudes, han entregado sus vidas a la lucha por los derechos de las mujeres, una causa sencillamente justa.

La Plataforma Andaluza de Apoyo al Lobby Europeo de Mujeres se faja y continúa dedicando el esfuerzo conjunto de muchas mujeres, compañeras, a reivindicar los principios universales de igualdad y justicia.

Están equivocados los que creen que solo se trata de una celebración o conmemoración de una fecha histórica sin más. La tragedia de aquellas ciento veintinueve mujeres abrasadas nos sirve cada año de recuerdo indeleble y de timbre más sonoro en nuestra reivindicación que, no se olvide nunca, es diaria e incesante. Todos los días son de lucha y requieren la energía de muchas, de todas las mujeres para enfrentar el cambio social y político. Vivimos en un mundo dividido económicamente, vertebrado socialmente, insertados en una sociedad insolidaria, sexista e injusta, y todavía hay quien cree que conmemoramos, casi una fiesta, el aniversario de aquella muertes como una liberación, un punto final. Nada más lejos de la realidad. El planteamiento actual nos reconoce que el motivo que empujó a aquellas mujeres en 1908 a luchar con sus vidas continúa vigente en nuestro mundo globalizado. La desigualdad laboral entre hombres y mujeres no se descompone y persiste el paro. La feminización de la pobreza se extiende como una infección. La violencia contra las mujeres subsiste instalada en todos los rincones del planeta, desde la doméstica e invisible de los países “más civilizados” hasta la institucional o tradicional bien ataviada con los dogmas religiosos de los países más alejados de la “civilización”.

El 8 de marzo ha sido un día más de lucha, en el que nos hemos propuesto llevar a efecto la Huelga mundial de las Mujeres: Paremos el mundo para cambiarlo. Una manera de denunciar la discriminación, una forma de exigir políticas transversales de género, el sentido que nos impulsa a luchar contra la violencia que soportan tantas y tantas mujeres, el cristal que nos permite denunciar ese proceso nefasto que se ha dado en llamar la feminización de la pobreza (…).

Rafaela Pastor Martínez

Presidenta Plataforma Andaluza de Apoyo al Lobby Europeo de Mujeres