FECHA: 01-05-2001

MDIO: Diario Córdoba

El 1 de mayo, día de las trabajadoras y trabajadores a pesar de que a nosotras no se nos visibiliza como tales en las organizaciones patriarcales, ni hemos sido y somos utilizadas como mano de obra barata por cuenta ajena y por amor a los seres queridos. Las mujeres se han y seguiremos movilizándonos por nuestras causas y las de los compañeros que representan el 99,99 % de las profesiones en el mercado laboral. Tenemos que reconocer que nuestra lucha y la de nuestras ancestras no ha sido apoyada con suficiente energía para erradicar injusticias como las que aún en el 2001 seguimos padeciendo: Las mujeres paradas son el 61% casi el doble que el masculino. Cobramos un 30% menos que los compañeros con la misma categoría profesional. La temporalidad, economía sumergida, contratos a tiempo parcial, acoso sexual, despidos por embarazos, o no contratadas por que la edad en las mujeres, estado civil y la maternidad son impedimentos con cara de mujer. Es obvio que no hemos tenido espacio desde los gobiernos, sindicatos y ciudadanía cualesquiera que sean o hayan sido sus ideologías o sin ellas, para regular ese trabajo por cuenta ajena que realizan limes de mujeres por sueldos tan vejatorios como 48.000 pesetas mensuales (…).

Desde la Plataforma Andaluza de Apoyo al Lobby Europeo de Mujeres nos preguntamos cuando se les va a reconocer social y económicamente a las empleadas de hogar la valía del cuidado a las personas, incapacitadas, infancia o tercera edad y en definitiva que posibiliten con su trabajo en el hogar de otras y otros, la dedicación a profesiones de tales categorías, que les permite dignificar sus vidas a costa de la explotación que padecen las mujeres con miserables sueldos, claro esto si es española, por que si pertenece a otro enclave geográfico que no se llame España, es una ilegal y se la puede mandar durante las 24 horas por 60.000 pesetas al mes.

A estas alturas de la historia las mujeres ya tenemos voz para expresar nuestro rechazo o propagandas políticas, buenas intenciones y actos puntuables de solidaridad, cuando esta se practica desde la doble moral que no permite ejercer la justicia con la pobreza o marginación más cercana. El 1 de mayo será incompleto mientras las trabajadoras y trabajadores no asumamos la Feminización de la pobreza y no nos movilicemos también en huelgas como las del 8 de marzo pasado, donde las mujeres no contamos con los apoyos de las organizaciones patriarcales para causas de derechos tan fundamentales como que se reconozca y pague justamente el trabajo de las mujeres.

Rafaela Pastor