Se acerca la Navidad, pero como es costumbre se nos presenta el cartel que anunciará las fiestas primaverales… y se nos queda el cuerpo frío. No porque el cartel sea feo, que lo es, sino por sus protagonistas. Quieren representar a todas las mujeres sevillanas y lo hacen con una aristócrata, muy representativo si. Se rinde homenaje a lo rancio y a lo casposo, a lo de “toda la vida” vamos, que es lo que hace que esta ciudad siga permaneciendo anclada en el pasado, mirándose el ombligo, cerrada a cualquier viso de evolución.
Hay tantas mujeres sevillanas que podrían ser objeto de homenaje, las cigarreras y su trabajo en tiempos duros, las obreras de Hytasa, de Pickman y de tantas otras fábricas que cerraron, las mujeres que sufren violencia y que en el 25 de noviembre fueron homenajeadas. Profesoras, investigadoras, médicas… Miles de profesionales que diariamente hacen de ésta una ciudad para vivir. Pero no, es mejor homenajear una vez más a la duquesa, antes que fijarse en las jornaleras que trabajan en sus tierras.

Y nada, así seguimos, esto es Sevilla, da igual el color de quien la gobierne. Clasista, rancia, machista, patriarcal, dónde la mujer no es sino un adorno más que colocar en la caseta. Y dice la autora que en ella ha querido ver a todas las mujeres, por favor, que alguien le revise a esta señora la vista.

04-12-2009
Cristina Rubio Del Pozo
Colaboradora de la Plataforma Andaluza de Apoyo al Lobby Europeo de Mujeres