Desde la Plataforma Andaluza de Apoyo al Lobby Europeo de Mujeres expresamos nuestra indignación ante el artículo “Revanchismo de Género” publicado en el Diario El País con fecha 19/11/2009.

Consideramos lamentable, retrógrado y en contra de los derechos humanos de las mujeres que se publique en un periódico que teníamos entendido como progresista, el mencionado artículo que no hace otra cosa que demonizar, agredir y, en definitiva, hacer una llamada para que la mitad de la población mundial sigamos aceptando la situación de esclavitud que nos ha impuesto el patriarcado a lo largo de la historia.

Creemos además, que este medio de comunicación, al publicar una opinión de esta índole no hace más que difundir (y por ende apoyar) el discurso tan arraigado en la sociedad patriarcal de que las mujeres somos las culpables de todo, incluso de la violencia ejercida hacia nosotras, justificando así el comportamiento de las sociedades más misóginas.

Es vergonzoso que ante el escalofriante número de más de 50 mujeres asesinadas por violencia de género en lo que va del año, y cercanas al 25 de noviembre “Día internacional contra la violencia de género”, una fecha que intenta sensibilizar a las personas en torno a esta monstruosidad, se publique de manera tan irresponsable un artículo como el escrito por el Sr. Enrique Lynch.

Descargar Artículo de Enrique Lynch

 

Ver Cartas a la prensa emitidas desde la Plataforma Andaluza de Apoyo al Lobby Europeo de Mujeres

Rafaela Pastor Martínez

Cristina Rubio

– Inmaculada Luque Díaz

 

Ver otras respuestas al artículo de Enrique Lynch:

Isabel Mª de Haro Ramos
Colectivo de Jóvenas Feministas
Señor Enrique Lynch, ante su artículo del pasado 19 de noviembre, desde el Colectivo de Jóvenas Feministas queremos transmitirle nuestro descontento y nuestra posición firme de que Los derechos de las Mujeres son Derechos Humanos, como en el último Feminario realizado desde la Plataforma Andaluza de apoyo al Lobby Europeo de Mujeres, quizás le chirriarían los oídos por escucharnos decir, Jóvena, mayora, lideresa y adaptar el lenguaje a las mujeres de hoy; porque al igual que otras cosas, el lenguaje es producto de una sociedad patriarcal y machista. Le aconsejo que se ahorre contestar para decirnos que le damos patadas al diccionario o que nos inventamos el lenguaje.
Las feministas de este país, no nos conformamos con llegar a los espacios, queremos estar presentes, y hemos defendido la paridad, la igualdad desde nuestras ancestras; como en su día lo hiciera Clara Campoamor, porque le recuerdo y se lo digo para que no se le olvide que los derechos de las mujeres son derechos humanos, y no estamos ante ninguna revancha ni competición. Estamos realizando lo que por ley, justicia social nos pertenece, y no estamos vengándonos y odiando a los
hombres como usted describe.
El Ministerio de Igualdad creado según usted por el Presidente Zapatero, es un ministerio muy necesario en España en los tiempos que corren, que ha llegado tarde como todas las políticas de igualdad y demás leyes, pero ha llegado y tiene que estar dónde está y mantenerse para velar por los intereses de todas y cada una de las mujeres. Le vuelvo a recordad, y esta es la vez tercera, que los derechos de las mujeres son derechos humanos, y que si en el siglo XXI, hemos llegado a conseguir una ley integral contra la violencia de género, una ley de igualdad, incluso un gobierno paritario es gracias a mujeres y hombres de mentalidad abierta que han luchado para que las mujeres tuviéramos lo que en justicia nos pertenecía.
Parece que se le olvida que hasta hace muy poco tiempo no teníamos ninguna garantía, y todo se lo debíamos a nuestro padre, marido o hermano.
Pues bien, el próximo 25 de Noviembre, se celebra el día internacional de la violencia contra las mujeres, un día que no debería de existir, porque en pleno siglo XXI, las mujeres son mutiladas, esclavizadas, prostituidas, y matadas por hombres, y usted Señor Lynch, se dedica a criticar el lema de esta campaña obviando algunos datos que son una realidad, las mujeres son agredidas, prostituidas, humilladas, maltratadas y asesinadas, las cifras, ni se las cuento basta con que entre http://www.observatorioviolencia.org y se dará cuenta que es una realidad; y que desviar el tema  llamándolo en revanchismo de género, es simplemente desviar la atención a algo muy importante y vital en la actualidad, que aún en estos tiempos y en estas sociedades avanzadas las mujeres seguimos sufriendo los abusos del patriarcado, y que todas las mujeres de todas las sociedades y de todas las culturas, deberían gritar y todas a una decir que de todos los hombres que haya en nuestra vida, ninguno será más que nosotras.

 


¡ VAYA CON LA VALLA!
Nov. 23.09
Una valla publicitaria propuesta por el Ministerio de Igualdad, que puede verse en cualquier ciudad, con una chica atractiva y joven, Angie Cepeda, dice: “De todos los hombres que haya en mi vida, ninguno será más que yo”
Y Enrique Lynch se ha turbado, alarmado y escandalizado. Y ha confundido las churras con las merinas escribiendo un artículo en El País, bastante “rabioso” al que titula “Revanchismo de Género”.
Hasta ahí la libertad de expresión y de opinión, faltaría más, al igual que voy a hacer yo ahora respondiéndole, aunque con un pequeño matiz: yo no voy a confundir nada ni voy a calentarme pornada.
No he podido entender el supuesto escándalo y menos la polvareda que se levanta cada vez que emerge algo provinente de este ministerio que nos engloba a todas. No sé si es que la chica es un crack de belleza y sensualidad o que precisamente por ello pueda refrendar un slogan tan rotundo. A mí, desde luego me encanta y le preguntaría al escandalizado qué opinaría si la mujer de la publicidad hubiera sido una mujer más mayor. ¿Hubiera suscitado la misma alarma?. Pues hubiera sido igual, querido hombre. Por eso le digo: Relájese Sr. Lynch, disfrute y trate de entender el mensaje, aunque yo intentaré explicárselo.
El mensaje es de lo más claro, se lo aseguro, significa lo que dice, ni más ni menos. Pero, quizá, lo que a usted se le puede escapar, es que, desde que el mundo es mundo, los hombres, ustedes, han intentado y conseguido ser más que nosotras. Simplemente porque lo decidieron así y utilizaron su pie para apretar el cuello de nuestras ancestras mutilando su palabra y su resistencia, amén del clítoris, ya sabe. Y ahora es otra cosa. Ahora estamos en el siglo XXI y hemos decidido que ya está
bien de dominios. De ahí la contundencia de la frase de que cualquier hombre que hayamos conocido o podamos conocer, haya podido o pueda ser más que nosotras. Para nada. Así de claro, sin insinuaciones, displicencias, arrogancias ni nada de nada, solo la palabra NO que no deben presuponer un si como venían haciendo.
Yo comprendo que esto moleste o pille a contrapié a algunos hombres aposentados en su verdad. Comprendo que tiene que ser difícil para ustedes hacerse a la idea de que pueda haber habido o vaya a haber muchos hombres en nuestra vida porque eso, sabemos, lleva a la comparación y la elección libre por parte de las mujeres. Pero eso es la igualdad o si lo prefiere, eso es lo que ha habido, hay y habrá. Sin embargo, y avanzo, me sigo preguntando por qué le resulta tan discutible que podamos tener muchos hombres a lo largo de nuestra vida. Ustedes han tenido muchas mujeres a lo largo de la suya y no nos hemos rasgado las vestiduras ni nos hemos escandalizado, es más, muchas veces hemos pasado e incluso pensado que el disfrute debe ser de las dos partes porque se sorprendería desde hace cuanto tiempo hemos practicado aquello de que donde las dan, las toman. De cualquier forma, ahora que lo verbalizo, hoy es así.
No obstante, no puedo consentir que quede como cierto, porque lo haya dicho un hombre en una frase lapidaria, lo del revanchismo de género ni que se jalee la guerra de sexos desde esa valla publicitaria y el ministerio de igualdad, según sus palabras. No es cierto. Tampoco le puedo permitir que nos llame a las mujeres que tratamos de evidenciar una marginación de siglos “feministas encaradas”, porque nos está ofendiendo arbitrariamente y eso ya es violencia verbal, por si no lo sabía. Las mujeres somos pacíficas y pacientes, no increpamos a los hombres aunque sepamos que están que trinan con nuestro derecho a la individualidad. Tampoco decimos que haya guerra de sexos ni guardamos clichés que no podamos enseñar. ¿De dónde se ha sacado eso?. Y, finalmente y por supuesto, no llamamos machistas cabreados y violentos a los hombres a los que les sienta tan mal no poder acceder a una mujer con la prepotencia de antaño.
Nosotras no decimos nada, simplemente seguimos a lo nuestro que ya es bastante. Además ustedes no son sirenas precisamente por lo que no tenemos que atarnos a mástil alguno. Ustedes sigan hablando de si son galgos o son podencos, no tenemos intención de distraernos porque sabemos de sobra que fueran lo que fueran son depredadores. Y eso es lo esencial.
No deseo que se me pase la opinión que me merece el lenguaje violento, arengatorio, teatral y hasta de mal gusto que utiliza. Le sugiero, con todo el respeto, que tenga cuidado con él porque puede ser muy sintomático. Allá usted, pero le aclaro una vez más que las mujeres no queremos imponernos a nadie, simplemente nos oponemos a que nadie se imponga a nosotras. Así de claro. Y así de entendible.
Quiero terminar esta disquisición diciéndole que hasta aquí he estado suave porque no le quiero vencer sino convencer de algo obvio y fácil. Pero si hasta aquí hemos podido entrecruzar opiniones, muchas de ellas inculcadas y de ahí la palabra género, lo que no puedo tolerar, porque todo no es tolerable, son las palabras que transcribo, sus palabras: “…el revanchismo de género, o sea el resentimiento femenino, que es lo que se airea, ha hecho aumentar la tasa anual de actos de violencia machista, al lanzar a las mujeres….”. Y hasta ahí, que ya es suficiente. ¡Qué barbaridad!. ¿Eso lo ha pensado usted solito de un tirón?. ¿No se da cuenta de que está haciendo apología del maltrato a las mujeres?. ¿ No se ha dado cuenta de que llevado de su verborrea creciente hacia la violencia está justificando que mueran, MUERAN, cerca de 100 mujeres todos los años?. ¿Qué significa para usted la palabra asesinato de mujeres por ser mujeres?. ¡No me lo puedo creer!. De usted, por supuesto, de muchos otros totalmente.
Pues sepa, querido hombre con quien tengo que compartir un espacio mal que le pese y al que no voy a renunciar, que la violencia machista es execrable y deleznable, que la utilizan muchos hombres cuando la mujer lucha por su supervivencia, que la practican porque no saben combatir con razones sino con armas, que son la lacra de la humanidad y que son tan cobardes que no se matan primero ellos que sería lo deseable. Ya veo que los bárbaros no son sólo los islámicos como usted pretende para desviar la atención de los europeos. Por favor, retire esas palabras, no son dignas de ningún ser humano que pretenda serlo. Admita su error y reconozca que lo ha dicho por la rabia acumulada de la que hace gala en su artículo. En todo caso, por las víctimas, no se lo consiento. Porque son mujeres y yo soy mujer. Ahí está mi derecho y no el suyo. Ha sido un acto,
escrito, contrario a la vida. Y ahí queda y le retrata.

Termino con una frase también suya: “las mujeres no lloran ni piden perdón”. Y yo me digo ¿A quien? ¿A usted?. ¿ A quienes?. ¿A los asesinos y maltratadores?. Dejemos las cosas en paz y olvidemos un perdón que ya no vale para nada. Yo no se lo voy a pedir pero tampoco lo aceptaría viniendo de unos especímenes, y sálvese quien pueda, que nos han ninguneado a lo largo de toda la historia. ¿ Perdón?. No. Sea cual sea el perdón en el que usted piense. NO.
Y llegará un día, cada vez más cercano, en el que no verán ni una lágrima ni una sumisión ni una petición de perdón más por parte de las mujeres. Si están en esa onda pueden seguir esperando. Somos iguales pese a quien pese, la ley restablece la justicia debida, la democracia protege nuestra evolución y nosotras nos bastamos y sobramos para no necesitarles ya ni en esa pizca de aportación necesaria para que el mundo siga siendo mundo y para no ser nosotras las que lo destruyamos. Eso se llama responsabilidad y compromiso y en muchos casos, lamentablemente, poco más.
Me congratulo intentando ser justa al considerar que todos los hombres no piensan igual y nos acompañan en esa autonomía enriquecedora para ambos sexos. Compruebe que cada vez estamos menos solas en esta restauración de nuestros derechos y compruebe también que no hacemos sangre, ni deseamos ni sugerimos nada. Lo que querríamos es que nos dejaran en paz los que ni comen ni dejan. Pero creo que no pueden, porque nos necesitan. No pongan la convivencia en peligro hasta llegar a hacernos decir que les necesitamos mucho menos de lo que creen. No me gustaría, no nos gustaría a las mujeres llegar a esto.
Una mano tendida. ¿Quieren dialogar, pactar, consensuar?. Aquí estamos. ¿ No quieren?. Se encontrarán solos. Ya verán como si.
Mercedes Rueda Fernández
Departamento de Comunicación
Colectivo Feminista Carmen Olmedo
JAEN


Mª Ángeles Vico
Secretaria de Igualdad de la Ejecutiva Municipal de Granada

 

Estimada señora:
Acabo de leer los comunicados que las distintas asociaciones de mujeres nos estamos haciendo llegar tras haber leído el artículo del señor Linch. Así mismo leí las cartas al Director en su periódico y oí el comentario en la Cadena Ser del sábado. Lo único que no había leído, tengo que decirlo, era el susodicho artículo. Ya lo he leído, y la verdad, es para estallar. Creo que el Sr. Linch lo ha hecho con la intención de provocar o para que lo lea alguien (quizás sus artículos pasaban desapercibidos o no los leía nadie).

Ante semejante provocación y manipulación de la palabra no tengo más remedio que escribir yo también para dar toda la razón a esas compañeras, entre las que yo me incluyo, de batalla incansable, que luchamos día tras día para hacer que las mujeres sean consideradas como seres humanos que merecen todos los derechos del mundo, para dignificarlas y para otorgarles ese espacio que merecen en la sociedad y que les ha sido arrebatado a lo largo de la historia o por el patriarcado.

El Sr. Linch, en su artículo, no hace más que definirse así mismo: No tolera que una hermosa mujer, como dice él, se permita el lujo de decir que: “De todos los hombres que haya en mi vida ninguno será más que yo”. ¡Qué osadía levantar la voz una hermosa mujer con pendientes de plata estupendos! ¿Cómo el Ministerio de Igualdad del Gobierno del Sr. Zapatero permite esto?, ¿A
dónde vamos a llegar…?

Yo también me pregunto algunas cosas: ¿De donde ha salido este señor? ¿Acaso no sabe o no quiere saber que en la vida de una mujer hay o puede haber muchos hombres? Hay padre, hermano o hermanos, hijos, maridos, novios, que en muchas ocasiones, son los que la maltrata, la mata, la ignora, la invisibiliza, la vende, la viola, etc. ¿Acaso, defender y hacer visibles a las mujeres es un revanchismo de género? ¿Qué quiere decir con eso?, ¿Qué quiere decir ese título, “revanchismo de género”? ¿Conoce este señor alguna revolución, en este caso la de las mujeres, más pacífica? ¿Se nos ha visto alguna vez con un arma en la mano? ¡Ah, si, la de la palabra! Y ésta, claro, hace mucho daño.

Ahora me dirijo a usted señora: Hay que tener mucho cuidado con la publicación de algunos artículos, ya se que todas y todos tenemos derecho a escribir y decir cuanto queramos, pero hay artículos que no se deben publicar, por ejemplo, un artículo que llamara a militar en ETA y a ejercer el terrorismo y este artículo creo que está dentro de esta línea, está haciendo apología del
terrorismo contra las mujeres.

Agradeciéndole de antemano su buen hacer y esperando que no se repitan artículos de este tipo, le saludo atentamente.


María Gómez Morales
Córdoba, 1 de Diciembre de 2009
¿Revanchismo de género? Si me parece absolutamente increíble que un individuo, como Enrique Lynch tenga el valor de hacer afirmaciones tan brutales como las que ha vertido en su artículo de opinión, más incoherente aún me parece que El País se digne a publicar unas palabras que carecen de lógica y respeto por las personas en general y por las mujeres en particular.

A este caballero se le ha dado la oportunidad de opinar públicamente sobre un tema profundamente importante para la sociedad actual, ha distorsionado un problema que afecta a muchas familias y ha juzgado la capacidad de decisión de un Ministerio cuyo eslogan parte de la igualdad y de la lucha contra la violencia machista.

Enrique Lynch utiliza argumentos poco prácticos como “lo que no es mayor es menor”, convierte a las víctimas en verdugos, y justifica con sus afirmaciones la falta de respeto, el maltrato, y el mantenimiento de roles indeseables. Utiliza un eslogan para manifestar lo irreal de su actitud, y es que se pierde en apreciaciones incoherentes, importándole más las presuntas connotaciones de la frase en cuestión, que la lucha por la igualdad, que no es ni MÁS NI MENOS que eso, Sr Lynch…

Escupir, tirar por la ventana, maldecir los muertos de…. No permitamos que se frivolice con este tipo de expresiones …
Si todas las mujeres que sufren tuvieran el valor de calzarse unas botas altas y salir a la calle, las estadísticas de violencia tal vez serían otras… Como lectora desearía no tener que desayunar ningún día más barbaridades semejantes.
Sr Lynch, “DE TODOS LOS HOMBRES QUE HAYA EN MI VIDA NINGUNO SERÁ MÁS QUE YO”.

Gracias


Estimada Señora:

No puedo por menos de expresar mi incredulidad y asombro ante el hecho de que un periódico como El País, al que se le suponen una voluntad y una orientación progresistas, publique un artículo tan parcial y ofensivo como «Revanchismo de género». Sin entrar en sus consideraciones sobre sintaxis, que demuestran una ignorancia supina de la materia, ni siquiera sobre su interpretación de una afirmación, aunque ciertamente su tergiversación cuestione seriamente su honestidad profesional, creo que no es de recibo la decisión de su periódico de dar publicidad a tal tipo de opiniones sobre un problema social extremadamente grave, que desemboca en un escandaloso número de asesinatos de mujeres de los que, torticeramente, el autor responsabiliza a las propias mujeres que son sus víctimas. Si esos asesinatos tuvieran un cariz político, no me cabe duda alguna, y seguro que tampoco a usted ni al director de su periódico, que tales afirmaciones no solo no se publicitarían bajo el espurio pretexto -en este caso- de la «libertad de expresión», sino que estarían castigadas penalmente, como lo está la justificación o la apología del terrorismo.

No voy a defender el feminismo que, lejos de revanchismo alguno, lo único que pretende es devolver la dignidad y una igualdad de oportunidades y derechos denegados secularmente a las mujeres por el simple hecho de ser mujeres, pero sí defiendo, y retomando un slogan feminista, que «lo personal es político», por lo que las afirmaciones que se vierten disfrazadas de opiniones personales son tan políticas como las que más. Es por ello por lo que considero que ElPaís tiene más responsabilidad en el vertido de estas opiniones que el autor del artículo, sin que quepa atenuante alguno.

Atentamente

Ángeles de la Concha. Catedrática de Filología Inglesa

Dpto. de Filologías Extranjeras y sus Lingüísticas

Facultad de Filología – UNED